Dormir es una necesidad fisiológica fundamental. Cuando nos entregamos al sueño, el organismo desarrolla procesos bioquímicos que lo resetean y el cerebro procesa toda la información que recibió durante el día.
El Dr. Alex Ferré, experto en los trastornos del sueño, afirma que “no todo el mundo necesita dormir la misma cantidad de horas, ya que cada uno cuenta con un ritmo biológico predeterminado”. Así como la alimentación, que se rige por la bioindividualidad y saber escuchar a tu cuerpo. La regla es la siguiente: si a lo largo del día nos sentimos muy cansados y necesitamos más horas de sueño, significará que no hemos alcanzado la media adecuada. Que suele ser, dormir entre 6-8 horas.
Algunos de los beneficios de un buen descanso son:
Mejora la memoria y aprendizaje
Según una investigación desarrollada por la Universidad de Notre Dame en EE UU, dormir ayuda a consolidar la memoria emocional selectiva y a organizar la información relevante del cerebro.
Previene enfermedades
Descansar lo necesario puede ayudarnos a combatir desde el sobrepeso hasta enfermedades cardiovasculares. También puede actuar a modo de limpieza cerebral y eliminar ciertas toxinas,
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Según el Sr. Ferré, “Todo el proceso inflamatorio y oxidativo del cuerpo se ve más afectado si no cumplimos las horas de sueño que cada uno necesita.”
La madre del sueño: La Melatonina
Esta hormona se libera en la oscuridad y se encarga de sincronizar las funciones de nuestro organismo. Es decir de nuestro reloj biológico.
La producción de esta hormona empieza a aumentar cuando se inicia la disminución de luz ambiental y alcanza un pico máximo entre las 2.00 y las 4.00 horas de la madrugada. Es lo que se denomina ritmo circadiano de la melatonina.
Cuando la producción de melatonina desciende puede ser el origen de trastornos del sueño (personas que tardan en dormirse, las que se despiertan y no vuelven a conciliar el sueño o las que se despiertan varias veces en la noche), pero también del envejecimiento y de las enfermedades inflamatorias.
A partir de los 35 años, como ocurre con otras hormonas, el nivel de melatonina decrece de forma natural con la edad. Sin embargo, también influyen en su deceso:
- Trabajar hasta muy tarde con la en la computadora
- Dormir con la TV encendida
- Acostarse con el celular y usarlo por horas
- Dormir pasadas las 2am
- Comer muy pesado, dulce o cafeína antes de acostarse bloquea el sueño.
- Consumo de algunos medicamentos como los ansiolíticos.
“Se calcula que tenemos un déficit de unas dos horas de sueño desde hace unos 50 años. Dormimos poco, nos acostamos tarde, tenemos un trastorno de melatonina. Todo eso se manifiesta lentamente en la aparición de una gran cantidad de enfermedades que antes no eran tan frecuentes”, afirma el Dr. Darío Acuña director del Instituto Internacional de Melatonina en España.
Como ves, un buen descanso es vital, y puedes conseguirlo con una rutina saludable antes de acostarte. Personalmente ya no duermo con la TV prendida, uso aceite esencial de lavanda para relajarme y hago un ejercicio de 5 minutos de respiración antes de entregarme a los brazos de morfeo.
Si quieres saber más acerca de cómo mejorar tus hábitos de salud, déjame un comentario , me encantaría leerte!
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